El amor de Los Planetas

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Acababa de salir de la casa donde me hospedaba cuando recibí un mensaje: “Listo, este es el número de J, ya sabe que lo llamaras”. Me senté en la banca de una plaza en la cima del barrio de Albayzin. Hacia un calor infernal en Granada, era media tarde. Entre emocionado y nervioso marqué el número que me dieron, timbró tres o cuatro veces, y al otro lado se escuchó la voz sin prisas de J. Quedamos de vernos más tarde en un bar granadino.

El Lemon Rock es un bar con una barra extensa y un pequeño escenario donde tocan bandas españolas de diversos calibres. En las mesas altas cada quien conversa lo suyo y se forma un susurro coral. Pido una cerveza y espero. Por un momento comienzo a analizar opciones de partida digna en caso de quedar plantado; pienso cómo reaccionar si mi entrevistado no llega y de qué forma ocuparé el tiempo. No, no es opción desanimarme, me encuentro de viaje y aún me quedan varias semanas entre ciudades y países. Se abre la puerta y entra él. Jeans grises,camiseta negra con el nombre Apartamentos Acapulco (luego sabré que es una banda española que apoya),  y un porte relajado, sin prisas, poses ni pretensiones.

Un personaje importante en la música española se presenta así, tranquilamente, ante un desconocido mexicano que le solicitó una entrevista. Nos saludamos, le pregunto qué quiere tomar y pide una coca cola. Le digo que soy de Monterrey y me dice tener muy buenos recuerdos de la ciudad. Estamos listos para charlar.

Siete años pasaron para que apareciera el reciente disco de Los Planetas: Zona Temporalmente Autónoma. En todo este tiempo estuvieron dando conciertos en muchos países, haciendo discos con sus bandas alternas y componiendo (en este disco hay temas compuestos en el 2010).

A pesar de estar activos durante todo este período, hay una sensación de regreso. “Hay esta sensación porque nosotros mismos lo hemos promocionado así, es decir, habíamos sacado un EP hace dos años pero no un álbum más elaborado y con ideas más complejas como éste”.

Le digo que me llamó la atención cómo el disco abre y cierra con dos canciones que muestran claramente una ideología y emiten posturas sociales, algo que pocas bandas hacen hoy en día. “Islamabad lo que intenta es derribar ideas muy implantadas en la gente que creo son falsas. Una visión diferente sobre conceptos más complejos como Dios y la religión, algo más acorde a nuestros tiempos. En Guitarra Roja (canción de Martín Castro, un anarquista argentino) quisimos cerrar el disco con un resumen de todo lo que se ha escuchado. No como una solución sino básicamente diciendo que el arte en general debe servir para conseguir una comunidad más unida y más libre con respecto a los elementos del poder. Menciono esto porque ambos temas son como la entrada y salida del disco redondeando la idea general de éste”.

Lo que sucede en medio de estas dos canciones, prácticamente es una historia de amor. “Esta es la zona temporalmente autónoma; donde está ese amor te puedes aislar de los desastres que el poder provoca en la gente”.

Esto tiene que ver con un ensayo de Hakim Bey que trata sobre crear espacios autónomos para evadir las estructuras formales del poder, de ahí han sacado el título del disco pero, ¿cómo trasladar una teoría sociológica a un disco, a las canciones? J da un sorbo al refresco, agacha un poco la cabeza y juega con el dedo índice sobre la mesa como ordenando las letras de las palabras que dirá: “Cuando descubrí el libro me di cuenta que justamente eso era lo que quería explicar, pero algunas de las canciones ya estaban hechas, es decir, el disco ya iba tomando forma. Partiendo de eso lo que hice fue asociar algunas ideas mías con las de Hakim Bey , hacer un apéndice y consultar una parte más ideológica para llevarlo todo hacia un terreno más comprensible, que es el de las canciones”.

A Los Planetas se les conoce por su manufactura de himnos pop, un sello característico, el talento en la complejidad de la sencillez. ¿Son las posturas ideológicas de este disco las más radicales como banda? “No creo que sea más radical, creo que es más explícito. Pasa que ahora, a nuestra edad, las ideas son más evidentes. Pero además tiene que ver con el hecho de que es el primero disco que hacemos completamente de nuestra propiedad, los demás pertenecían a alguna compañía. Estar fuera de una multinacional nos hace ser más explícitos y claros. Sin la censura que muchas veces se ve implicada en el proceso de creación cuando estas trabajando con gente de una compañía que es poco receptiva a lo que estás haciendo y que no te entiende”.

Momentos antes su respuestas eran pausadas, dejaba un espacio entre una idea y otra; ahora parece que hemos abierto una ventana por donde entra un discurso fluido que conecta con la idea anterior. J suelta ideas como latigazos: “El pop viene de la música popular y esto solo quiere decir que está hecho por la gente; pero me gusta diferenciar porque ésta no tiene mucho que ver con la música comercial, que es algo muy diferente. La música comercial viene impuesta por las grandes corporaciones, la televisión y las emisoras de radio que obligan a la gente a escucharla. El poder intenta que la gente se confunda y crea que la música que se está escuchando masivamente la han elegido ellos, pero no es verdad, no la ha elegido el público, lo han hecho los directivos y programadores de emisoras. Es música vacía e inocua que no transmite ningún mensaje, salvo el que la gente sea dócil, que no se levante ni rebele. Nosotros intentamos transmitir justamente lo opuesto a la música comercial”.

Pregunto cuál es el mensaje de la zona temporalmente autónoma, J sonríe un poco hacia sus adentros, sabe que cada quien entenderá lo que quiera, pero insisto en su opinión: “Hay una parte que todo mundo entenderá fácilmente y es que, el amor es imprescindible para cualquier tipo de relaciones sociales. El amor, como entendimiento entre las personas, tiene que ser fundamental”. Ahora soy yo quien sonríe hacia adentro.

Apago mi grabadora y salimos a fumar un cigarro. Hablamos de algunas bandas españolas y me agradece el interés por la música granadina. El sol comienza su retirada. Nos despedimos con un hasta luego y cada uno camina en sentido contrario.

Al siguiente día, no sé si influenciado por la charla anterior, por la postura del amor, escucho Islamabad caminando entre las calles angostas y empedradas de la colina de Albayzin, y puede que también por la lejanía, pero me quebré emocionalmente escuchando a J cantar “A ti lo que te pasa es que tienes miedo”.

«Asfalto» de Indios, la influencia del rock argentino

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A lo largo de más de 50 años el rock argentino ha creado una escuela con diversos alumnos destacados que han confirmado lo que es hoy en día parte de su música popular. Bandas como Pescado Rabioso, Sui Generis, Serú Giran, Sumo, hasta Soda Stereo y Babasonicos; músicos como Spinetta, Litto Nebbia, Charly García y Fito Páez, son solo algunos de los arquitectos del rock del cono sur.

Indios toma la estafeta hacia la actualidad, al menos en cuanto a lo popular. Originarios de Rosario, dicen tener, por el legado de los compositores rosarinos, un fuerte vínculo con la «canción», es decir, la que da igual importancia a la música que a su letra.

Actualmente promocionan «Asfalto», un disco que muestra una producción más cuidada donde, probablemente, perdieron crudeza pero ganaron orden. Aquí, las pistas del rumbo sonoro que la banda pudiera tomar a futuro se hacen audibles. Esto se puede notar con el tema inicial, el cual da título al disco, donde la música muestra madurez en base a guitarras firmes y melodías de voz fuertes como el asfalto. La letra goza de la profundidad de lo cotidiano y provoca la reflexión.

Pero solo es eso: el inicio. Ya no volvemos a notar este tipo de canción arriesgada hasta «El Extrangero», tema que nos remite al salón de clases del Pescado Rabioso. Pero son justo estos dos temas, junto a «Luz Azul», los que nos dan señales de la dirección que pudiera tomar esta banda y nos deja especular sobre un siguiente disco. Positivo que una banda saque un disco y ya nos haga pensar en otro.

El resto de los temas no demeritan nada pues se trata de la reafirmación del sonido que han venido trabajando en canciones que visten con trazos de rock y pop. «Vení» sobresale por su armonía compuesta y la forma en que desahoga acordes durante el coro. Igualmente en «Fugaz» y «Lucidez», todos estos donde las temáticas corren a tratar de entender el amor, además de una constante búsqueda que propicia el cambiar de ciudad y buscar su lugar en ella.

Indios es una banda que por su tiempo generacional ya le permite absorber todas la influencias del rock argentino, ese con el que crecieron. En Asfalto podremos encontrar huellas de Spinetta, Litto Nebbia, Charly Garcia, Soda Stereo y Babasonicos, pero no para hacer una copia apócrifa, sino para crear su personalidad y sonido propio.

Del Tango A La Sinfonía En Noche De Estreno Mundial

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El segundo concierto de la sinfónica de la Universidad Autónoma de Nuevo León tuvo como característica el eclecticismo pues fue del tango a la sinfonía interpretando obras del siglo XIX como de la actualidad, además de contar esa noche con un estreno mundial.

En esta ocasión la orquesta estuvo bajo la batuta de la directora huésped Gabriela Díaz Alatriste, quien es la Subdirectora Artística de la Orquesta Sinfónica del Estado de México.

Iniciar con el Tango de la compositora Gina Enríquez fue una suculenta entrada ya que la pieza tiene una belleza melódica que, a pesar de su complejidad, posee su virtud en lo natural que suena al oído del espectador. La orquesta sonó pulcra en cada una de sus secciones y mantuvo el paso rítmico adecuado, no podría decir que una sección sobresalió de las demás porque la orquesta resaltó en su conjunto haciendo lucir lo bello de las melodías y la autenticidad de sus arreglos, sobre todo en los instrumentos de viento.

El plato fuerte llegó con el estreno mundial del Concierto en tango del compositor uruguayo Miguel del Águila. Esta obra ya había sido presentada anteriormente pero en una versión para violoncello y orquesta y viola con orquesta, mas sin embargo esta noche sería tocada por un cuarteto de cuerdas solista, siendo la primera vez para esta formación. Los encargados de ejecutar este estreno fueron el Cuarteto Latinoamericano, una de las agrupaciones fundada en México con mayor reconocimiento mundial y ganadora en dos ocasiones del Grammy Latino.

El mayor reto, no solo para el cuarteto sino para toda la orquesta, es la riqueza rítmica de esta obra donde constantemente van cambiando de ritmo, incluso hay quien le ha encontrado ciertos rasgos de jazz por su temperamento cambiante, aparte de la referencia obligada del tango y su paso por la milonga. Si bien el lenguaje esta plagado de modernidad, el cuarteto lo ejecutó de tal forma que fluía sin contratiempos mostrando el gran entendimiento que hay entre ellos. La orquesta sorteó de gran manera los retos rítmicos que exige la pieza e hizo gala de dominio, esto también gracias a la cadencia y atención adecuada con que fue dirigida por la Directora Gabriela Díaz.

El Cuarteto Latinoamericano regresó al escenario para interpretar una versión del conocido tango Por una cabeza y con esto agradecer al público que los aplaudió de pie.

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Para terminar el concierto se eligió la Sinfonía No. 4 en re menor de Robert Schumann. Esta obra fue compuesta en 1841 y la idea es que se presentara como si fuera un solo movimiento, pero en 1851 el mismo autor hace una revisión marcando bien sus cuatro partes, aunque estas están ejecutadas de manera tan continua que si no se pone la atención debida pareciera ser un solo y extenso movimiento.

La Directora Días logró conducir a la orquesta por los distintos paisajes que conforman la sinfonía con mucha pulcritud y orden logrando un cierre espectacular que fue reflejado en la ovación por parte de los asistentes.

A pesar de ser un programa muy ecléctico entre las obras, Díaz condujo a la orquesta sin contratiempos por las veredas musicales que planteaba el concierto gracias a su gran trabajo en la dirección. Una noche ecléctica que transcurrió entre el tango y la sinfonía.

ENTRE LA EMBRIAGUEZ Y LA ALEGRÍA

Inicia temporada 2017 de la OSUANL

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La Sinfónica de la UANL inició de gran forma su temporada 2017 luciendo muy buena salud musical bajo la dirección del maestro Jesús Medina.

El inicio fue la obertura de la ópera La italiana en Argel de Rossini, una de las obras más populares del italiano. La orquesta sonó completamente embalada y con una coordinación muy sobresaliente. Esta pieza tiene matices contrastantes y éstos fueron muy bien logrados por las distintas secciones. Todos los músicos caminaron a paso firme y seguro en el inicio, aunque hay que resaltar el trabajo de los clarinetes y los fagotes. Iniciar con esta obertura de carácter agradable y ligero fue un gran acierto para iniciar el concierto.

Luego vino el concierto para flauta y arpa k. 299 de Mozart, que contó con la participación de los solistas Miguel Ángel Villanueva (flauta) y Janet Paulus (arpa). Esta obra fue compuesta por pedido del duque de Guines y fue la única pieza que Mozart compuso para arpa. En el primer y segundo movimiento (Allegro y Andantino) hay partes específicas de dialogo entre ambos instrumentos, estas partes fueron llevadas de manera sobresaliente con muy buena fluidez entre Villanueva y Paulus, su dialogo musical tuvo el tono y la cadencia correcta para la pieza. Muy buen trabajo el de Miguel Ángel en la flauta con dominio y soltura. Janet Paulus salió adelante aún y cuando por momentos quedaba un poco opacada por la orquesta, sin embargo brilló su ejecución llena de dinamismo.

El cierre vino con la séptima sinfonía de Beethoven. Esta obra de 1812 tardó cinco años en ser terminada y en sus estreno tomó relevancia social debido al contexto: se celebraba en Europa la caída de Napoleón.

Aquí el director Medina dirigió con maestría, pero además con el espíritu necesario, una orquesta que caminó con alegría por las melodías y los acordes futuristas de la pieza. El segundo movimiento, uno de los más bellos pasajes de la obra de Beethoven, fue ejecutado con firmeza en cada paso del vaivén que la pieza requiere en ese efecto embriagador con el que se le conoce. Toda la sección de cuerdas lució en su conjunto, simplemente encantador.

Si acaso, durante el primer movimiento los cornos quedaban por encima del volumen del resto de la orquesta, hay que tener en cuenta que para esta sinfonía Beethoven hace subir los cornos a un registro agudo poco usual en sus partituras, sin embargo terminaron dando el matiz y la dinámica al conjuntarse con el resto de la orquesta, un trabajo nada simple pues aquí brillan los cornos por su fuerza, pero esta debe ser controlada por el músico.

Noche festiva entre la embriaguez y la danza de una sinfonía, el dinamismo juguetón de un concierto para flauta y arpa y la alegría de una obertura que funciona como metáfora del inicio de esta temporada de la OSUANL.

Los Festivales No Son Pan Con Lo Mismo

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Apareció el cartel del Machaca 2017 y con ello los comentarios de «son los mismos de siempre». En mi opinión creo que quienes lo ven así es porque solamente ven a los grupos principales, a los más conocidos y ponen su atención en los escenarios grandes.

Una banda se hace headliner por el público, están ahí porque la gente les responde mucho más que a otros, así de simple. Y la realidad es que en Latinoamérica las bandas que puedan encabezar un festival son pocas y casi podría asegurar que ninguna pertenece a los 10 años recientes, la mayoría son bandas con más de veinte años de carrera. No ponemos en duda la propuesta, pero para ser headliner en un festival debes tener al público contigo, es una cuestión más de popularidad que musical. Entonces a estas alturas deberíamos darnos cuenta que sí, las bandas principales se repetirán en los festivales porque son las que hay y son las que el público ha puesto ahí.

Ahora, la cuestión es que un festival no solo son los escenarios principales ni los grupos estelares. Hay una buena cantidad de grupos que forman parte del elenco y que lastimosamente muchos de ellos no reciben la atención que deberían porque el público prefiere quedarse en un escenario grande y no moverse, entonces se pierden de descubrir otras propuestas menos populares pero igual de importantes.

Sí, los estelares se van a repetir y eso así seguirá un buen tiempo porque no estamos en tiempos en que las bandas se vuelvan masivas, sucede que la masividad ha dejado de existir como tal. La diversidad, lo interesante lo podemos encontrar en los escenarios alternos de un festival. Dicho esto entonces, no, el Machaca de este año no es pan con lo mismo, solo hay que voltear a otros lados.

 

Estas son solo algunas recomendaciones de bandas que estarán en este festival:

Esteman (Colombia)

iLe (Puerto Rico)

Pedropiedra (Chile)

Camilo Séptimo (México)

Guasones (Argentina)

El David Aguilar (México)

Los PetitFellas (Colombia)

Buffalo Blanco (México)

Las Pelotas (Argentina)

Systema Solar (Colombia)

 

LA MARCHA DE LOS CIUDADANOS DE A PIE

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Llegando al aeropuerto decidí irme directo a la concentración que habría en la Explanada de los Héroes, pero tuve que bajarme del Uber en pleno carril exprés porque en ese momento pasaba un contingente de manifestantes y cerraron parte de la avenida Constitución. No solo eran personas caminando sino también una caravana de carros protestando.
 
De ahí caminé hacia la explanada y lo que vi y presencié me resultó más complejo de lo que creía.
 
– La explanada lucía llena y seguía llegando gente. Había personas de todas las edades y nivel socioeconómico. No se veían mantas de partidos políticos, aunque seguro integrantes había, y los mismos grupos radicales de siempre. Se palpaba que quienes formaban el grueso era el «ciudadano de a pie».
 
-Me llamó ver un templete bastante decente en tamaño, y aunque el audio no era suficiente para toda la explanada, sí era más organizado que otras ocasiones. Entonces la pregunta: ¿Quién lo pagó? ¿El CNC? Eso lleva al siguiente punto:
 
-Había muchas personas arriba del templete queriendo hacer uso del micrófono y era una completa desorganización. Este es un problema que siempre ocurre en las concentraciones aquí: Hay muchos oradores y nulo discurso. Eso causó confusión entre los asistentes porque la mayoría, por lo que se leía en pancartas y se escuchaba en los gritos, iban contra el gasolinazo y los que hablaban en el micrófono lo hacían contra el Bronco.
 
-Los discursos estaban llenos de lugares comunes y muchos estaban fuera de lugar. Tan débiles eran los discursos que apenas alguien tomaba el micrófono y la gente, o los abucheaba o bajaba, y no precisamente con buenas palabras. Y no es que justifique a las personas pero había cada discurso que daba pena ajena, solos se exponían. Vaya, hasta a un niño lo hicieron pasar a hablar al micrófono y solo para que nos diera «pendejos», sí un niño. Pregunta: ¿Quién decide quiénes usaran el micrófono? ¿Los que pusieron el templete y el audio?
 
-Me di cuenta que la gente no quería escuchar discursos, estaba ahí esperando que algo pasara, no para escuchar lo mismo de siempre; no iban buscando líderes, porque a lo que se notó, la gente ya no cree en nadie mas que en sí mismos. Por gente me refiero a los presentes.
 
-Se prendieron las luces de la explanada y la gente aplaudió, pensó era un gesto positivo, sin embargo al parecer esto fue una señal de inicio para lo que continuó:
 
-Un grupo de «antifascistas», con banderas negras que luego cambiaron por rojas, se adueñaron del micrófono a la fuerza y quisieron tomar la palabra, pero tampoco los dejaron quienes estaban arriba. Ahí truena el primer «cuete» y se empieza a hacer más caos. El momento es aprovechado y se arma la trifulca, comienzan a tronar mas cuetes y se golpea la puerta del palacio, de ahí comienzan a quebrar los vitrales y sin embargo, ante tal violencia, no había fuerza policial, los dejaron que lo hicieran.
 
-Cuando esto ocurre la gente comienza a gritar «Ese no es el pueblo» y «Sin violencia». Queda claro que quienes hacen los destrozos son unos pocos en comparación al resto. Los fotógrafos pudieron fotografiarlos aunque algunos se llevaron golpes pero la autoridad no se hacía presente.
 
-Después de un rato llegó un pequeño grupo de Fuerza Civil, al que incluso muchos asistentes les aplaudieron. Aparentemente llegaron para detener a los rijosos. Lo hicieron y la gente aplaudió. Ahí mismo hubo quienes aseguraron ver que a la vuelta del palacio los dejaban libres.
 
-Para este momento ya había tal confusión que muchos no sabían quiénes estaban infiltrados y quiénes no, esto hizo que hubiera conatos de peleas en varias partes de la explanada. Si alguien estaba con el rostro cubierto era increpado por los demás. La gente no quería personas sin rostro.
 
-Aún con la violencia que ya se había generado, la gente no se fue, la explanada seguía luciendo llena y cuando se comenzó a poner más violento ocurrió algo que es lo más importante: LA GENTE SE SENTÓ EN EL SUELO EN SEÑAL DE PROTESTA POR LA VIOLENCIA. La mayoría estaban sentados y quedaba por demás claro que los asistente reales no eran quienes estaban haciendo los destrozos.
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-A estas alturas no había ya ninguna protesta dirigida. Unos gritaban contra el alza a impuestos, otros contra Bronco y unos cuantos contra el gasolinazo, pero el único grito que se escuchaba unido era el de «Ese no es el pueblo», «Sin Violencia» y «Nuevo León».
 
-La policía se adueño de las escalinatas del palacio, crearon un perímetro y los custodiaron. Había grupos de jóvenes que seguían retando a la autoridad, y gente gritando contra los jóvenes. La policía comenzó a hacerles frente y a lanzar agua y gas pimienta, lo extraño de eso es que descuidaron la escalinatas y las dejaron libres por ir a hacerle frente a unos jóvenes que solo los estaban provocando. Entonces eso tomó un tinte un tanto actuado, como si ambas partes fueran personajes de una misma escena y la gente se dio cuenta.
 
– Sin buscarlo, y sin querer, vi a infiltrados reales. No creía del todo en eso pero los vi: Tres personas vestidas de civil que en su actuar se diferenciaban de los demás: pantalón de vestir con camisa de vestir pero con el rostro cubierto. Pantalón de mezclilla con botas vaqueras y chaleco, gorra con escudo nacional y rostro cubierto. Podía verse en su cara el cinismo, se burlaban de lo que la gente gritaba y ellos mismos hablaban de como «provocar», me tocó estar cerca de ellos.
-Para este momento ya no pasaba nada, pero la gente seguía en la explanada, no se iba, parecía una especie de unión contra la violencia y de alguna forma expectante esperando a que algo sucediera, y sucedió: Un grupo de personas se fue contra las camionetas de las televisoras. Primero fue Televisa, pero sin violencia solo gritando cosas como «telebasura». Los técnicos pudieron bajar su antena y meterse a la camioneta sin mayor problema, no hubo agresión física. Se retiran y es el momento en que la misma turba se dirige a la camioneta de Multimedios y hace lo mismo: gritar cosas contra ellos como «prensa vendida». No había agresión física, pero sí hay que mencionar que algunos golpeaban el vehículo con las palmas de las manos, sin que estuviera en riesgo la vida de los tripulantes. Sin embargo quien manejaba esta camioneta, ya con sus integrantes dentro, sale despavorido y a gran velocidad, como si lo quisieran linchar, y en su salida irresponsable, atropella a una persona. Ahí comienza el caos mayor.
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-Después de ver esto las personas se fueron contra los vehículos de la prensa, los golpearon y los voltearon, y la policía no aparecía. Al ver que no había orden entonces decidieron tomar Zaragoza hacia el sur y comenzar a quebrar cristales de negocios. Ahí decidí que esto había terminado para mi y me fui.

No Te Va Gustar en Monterrey

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Pocos grupos pueden basar sus conciertos en la fuerza de sus canciones y No Te Va Gustar es uno de ellos. Así lo dejaron ver el pasado viernes 28 de Octubre en el Café Iguana donde dieron un concierto de dos horas y en el que literalmente la gente no dejó de cantar una sola de sus canciones.

La banda sonó impecable de principio a fin, si a caso las percusiones y la sección de metales de pronto quedaban un poco atrás de los demás en cuanto a nivel de volumen, pero cuando tenían que sobresalir lo hacían. La base rítmica caminaba por la tranquilidad que le da 20 años a una banda, paso seguro y firme.

Algo importante es señalar que la banda no tuvo que recurrir a los trucos que muchos otros hacemos durante un concierto: alargar canciones, cambiar arreglos extensos, dejar que la gente cante o vestirlo todo con parafernalia musical, ellos recurrieron a su carta fuerte: sus canciones. Sí, algunas fueron ligadas entre sí, hubo algunos arreglos distintos pero nada que transformara la canción y le quitara su fuerza original.

Lo que hace NTVG son canciones en toda su extensión, pocas bandas hoy en día se preocupan por lograr un balance entre buena música y una buena letra y ellos lo hacen. La gente lo entiende y lo refleja en la forma en la que fueron cantando una a una, entre las más emotivas fue “A la izquierda del cero”, “Al vacío”, «Chau», “Paranoia”, “Clara” y una versión acústica de «Memorias del olvido», aunque a decir verdad es que todas las canciones fueron cantadas con el mismo entusiasmo por los asistentes. No les miento si les digo que por momentos la piel se ponía chinita.

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El concierto fue por demás emotivo, sumándole que Emiliano, su vocalista cumplía años justo ese día y lo celebraba en Monterrey. Él estuvo muy reservado en su interacción con el público pero no dejaba de agradecer de vez en vez, es más, no necesitaba decirlo, se le notaba contento y agradecido. Y es que la forma en que los regios lo recibimos en realidad fue muy notable, este es el resultado de estar trabajando la ciudad año tras año pues la gente que estaba ahí se sabía todas las canciones y eran fieles escuchas de la banda.

La comunidad uruguaya estaba presente y por momentos me atraía más ver cómo vivían ellos el concierto, en cada voz un recuerdo, en cada canción una parte de ellos y eso le imprimía un poco mas de emoción.

NTVG escribe sobre temas que muchas bandas han dejado de escribir: historias de los otros, el día a día, nuestra cotidianidad pero sobre todo de la memoria, no subestiman a su público y ellos lo agradecen.

Cuando sales de un concierto y te dan ganas no solo de seguir escuchando música de la banda, sino escuchar los discos que aún no conoces, quiere decir que esta es una gran banda, y este adjetivo no es gratuito, NTVG es una gran banda que merece y vale la pena ser escuchada con atención. Salí del concierto con ganas de seguir escuchándolos y debo decir que me han atrapado completamente.

El concierto nublado de Lila Downs en el Festival Santa Lucía

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El concierto de Lila Downs ayer en Monterrey fue grisáceo medio nublado. Desde muy temprano había mucho movimiento en el primer cuadro de la ciudad, lo cual hace ver que un artista con buena convocatoria es capaz de activar parte del comercio pues estacionamientos, viene-viene, vendedores ambulantes, tiendas y restaurantes de la zona tuvieron más afluencia y aprovecharon la ocasión.

El concierto comenzó puntual y la explanada estaba llena; había personas de todas las edades, familias completas y esto hacía que algunos tuvieran mejor visibilidad que otros pues por los desniveles que hay en el espacio, hacía que no todos pudieran ver igual.

Lila Downs interpretó canciones de raíz oaxaqueña, norteña, veracruzana, de guerrero y de todo índole popular, pasando por Marco Antonio Solís y obviamente Juan Gabriel. Sin embargo algo había que público y artista no explotaban. Sí, todo mundo contento y aplaudía por con cierto aire frío.

Probablemente la causa sea que el sonido estuvo muy bajo de nivel para el tamaño de la explanada. No es que fuera insuficiente, más bien daba a pensar que se había quedado en ese nivel. De donde yo estaba parado no se escuchaba con la fuerza necesaria, esto fue negativo porque hacía que la gente perdiera atención a la artista entonces el discurso que daba, donde dedico una canción a los periodistas, habló de los obreros, de la igualdad y el amor, etc, se perdiera entre la distracción de los asistentes y no tenía el impacto que debería tener.

Luego llegó la lluvia y poco a poco la gente se fue retirando hasta que el agua arreció y el concierto tuvo que terminar.

No tengo duda de la calidad de la música y el discurso de Lila Downs, es relevante y necesario, pero cada vez me parece que está mas cercana a lo «mexican curious» de exportación que a lo tradicional, es más un producto para mostrar con algunos clichés de la cultura popular mexicana, pero tampoco eso es malo.

Su música toma raíces tradicionales y lo moderniza, o más bien, lo hace más accesible, más vendible, pero a veces es innecesario, como cuando interpretó una ranchera de Juan Gabriel y le hizo un arreglo pop que no le hacía justicia. Unas norteñas más en el cliché musical que en lo que realmente es, rancheras eléctricas y sones globalizados. Nada de esto es malo, y la verdad suena muy bien si se le escucha como lo que es: una fusión.

Era el plato fuerte del Festival, y aunque se llenó, diferentes razones, entre ellas la desorganización, no lo hicieron lucir como tal, pero no es la primera vez que sucede en el Festival.

ME MATA SI ME NECESITAS DE QUIQUE GONZÁLEZ: UN DISCO PARA ESCUCHAR MIRANDO POR LA VENTANILLA

 

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Me Mata Si Me Necesitas es el nuevo disco del español Quique González acompañado por Los Detectives. Son diez tracks vestidos con retazos de Rock, Country y Pop, lo que los españoles llaman Americana. Pero ojo, para nada es una intentona de sonar a los americanos; Quique tiene un sonido auténtico porque sus canciones tienen identidad propia, caminan por si solas en senderos por los que en algún momento de nuestra vida hemos caminado, entonces es rápida la identificación.

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Hay que decir que este disco es para escucharlo en solitario, es un viaje personal porque no es música para escuchar mientras se hace algo más; son canciones que se escuchan mientras se observa el tiempo y la vida pasar a través de la ventanilla. Eso son estas canciones: la ventanilla por donde observamos la carretera, esa por donde vamos transitando. Por momentos Me Mata suena a desierto, pero no a ese de cactus, víboras y arena, sino al desierto urbano por donde caminamos solitarios y silenciosos entre dunas de concreto: La soledad de una ciudad.

El incluir un violín, una mandolina y un acordeón en ciertos temas le da un matiz acertado, algo así como haber elegido una buena corbata a la camisa, no la clásica, una diferente pero que combina bien con ella. Esto no es raro pues la producción estuvo a cargo de Rick Falkner, quien hace un trabajo muy limpio sin arreglos de más ni vueltas que terminen llegando a la nada; aquí parece que cada instrumento tiene su lugar y que cada melodía sabe bien hacia dónde va.

Canciones redondas que hablan de estar al borde, de llamadas que se pensaron pero nunca se hicieron, de tener fe, de despedidas, de los estrechos callejones del corazón, de orquídeas en el tráfico y la casa de los padres.

Me Mata Si Me Necesitas es un disco para escucharlo frente al espejo y mirar qué hay detrás nuestro.

LA MUJER QUE NUNCA TENDREMOS PARA NOSOTROS SOLOS: ¡QUE VIVA LA MÚSICA!

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Leer ¡Que viva la música! De Andrés Caicedo es como ver a tu novia, o aquella mujer que te vuelve loco, con otro disfrutando de su cuerpo mientras consumen cuanta droga les pase por enfrente. Así de angustiante es el monologo de Siempreviva.

Esta novela apareció en 1977 pero no fue descubierta por el mundo literario global sino muchos años después de la muerte de su autor a los 25 años. Esta obra no sufre las embestidas del tiempo y le da a Andrés un aire de inmortalidad, pues pasan los años y se sigue leyendo tan fresca y atractiva como en su momento. No es extraño que para algunos se haya convertido en una novela de culto.

María del Carmen Huerta es una joven colombiana de la burguesía de Cali quien no se adapta a las formas de su clase social y desde los 16 años comienza su andar en el mundo de las drogas y la noche: si he gozado la noche, si la he controlado y ya teniéndola rendida me la he bebido, dice nuestra heroína pero, ¿quién le gana a la noche? Nadie, aunque ella, una rubia orgullosa de su hermosa cabellera sepa que la noche le quita el brillo a cualquier cabellera.

En esta obra de Caicedo aparecen la vida y la muerte. La primera es a través de la música, que es lo que le da sentido a la vida de María del Carmen cada vez que escucha rock y pide a su mejor amigo le traduzca las letras que ella no entiende y que no quiere que nadie sepa de su incomprensión del ingles. Para ella la única forma de escuchar la música es a alto volumen, de otra manera es impensable. Así se la pasa entre líneas de coca, cigarros de mariguana y ácidos descubriendo lo intangible de la música, la magia y los datos que gusta de aprender y charlar con los demás.

Pero es una noche en que decide dejar una fiesta aburrida cuando se encuentra con la Salsa, el Tumbado, Guagancó, el Jazz y el Boggaloo: música latina y afrocaribeña, lazo que la llevaría a que su vida se convirtiera en una descarga. Descubre las canciones en su lengua, el ritmo de las percusiones, el baile como rito sagrado, la relevancia de la música popular y en el mismo idioma del pueblo, porque a través de ellas se encuentra a si misma, valiente y altanera.

Gracias a su forma de abrir la noche como si fuera un telón donde ella es la estrella principal, y a su aguante para terminar de pie hasta el amanecer, decide llamarse Siempreviva, porque en ella no hay otra cosa que no sea rumba y noche, y de eso se trata la vida, según se dice a sí misma.

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El monologo de Siempreviva es un torbellino del que uno no sale ileso; la angustia de verla surcando la marea alta hace que uno esté esperando a ver en qué momento esa barca de madera que es ella termine hundiéndose poco a poco; es como asistir a una despedida agónica en la que solo de quien no teme a la noche ni al paso del tiempo aprendemos lo escondido de la vida, lo que no se enseña ni en la casa ni en las escuelas. Verla siempre tan cerca y no tenerla es conocer la angustia.

Al estimado lector le aseguro que no lo canso, yo sé que lo cautivo, dice Siempreviva, y así es, terminamos cautivados por esta mujer a la que como espectadores la vemos ir calle abajo.

Caicedo narra de forma magistral este monologo, se da libertades del lenguaje únicas para su momento y el monologo tiene una poética que lo acompaña todo el tiempo, a decir que esa poética no pelea sino que convive con los modismos caleños, razón por la cual la voz con que habla Siempreviva le da una identidad propia y de belleza salvaje, porque eso es ella: Salvaje.

A través de esta historia se hace una oda a la música, a la importancia que tiene en la vida de las personas, al sentido que le da al día a día, y si bien, Siempreviva cada vez se interna en los rincones más oscuros de la noche, es la música el farol de luz que prende para no terminar de caer de bruces ante la realidad, a esa de la que desde pequeña escapa María del Carmen, y misma de la que posiblemente Caicedo también buscara escapar  con su suicidio a los 25 años. Es en la parte final donde el tono de la narrativa cambia y podemos escuchar a un Andrés en aparente despido. Esta novela es luz y sombra al mismo tiempo: eclipse que ciega; historia que suena a los Rolling Stones, Ray Barreto y Richie Ray.

Al final viene la discografía de todos los temas que aparecen durante la historia, detalle que revela la importancia que tiene no solo la música, sino las canciones en particular, el soundtrack de Siempreviva.

Nunca es tarde para leer ¡Que viva la música! Novela que deja marcado como su personaje, como aquella mujer que nos volvió locos y nunca fue nuestra más que por momentos que ella decidía a su antojo. Eso es esta obra: la mujer que nunca tendremos para nosotros solos.